Hace dos semanas, saltó la noticia de que el estado de Arabia Saudí se convertirá en el principal accionista de Telefónica, adquiriendo aproximadamente un 10% de las acciones por un valor de 2.100 millones de euros. Esta adquisición ha generado un alto interés por parte de inversores, quienes ahora observan con atención a la compañía española, esperando una posible revalorización futura.
Telefónica, una de las empresas más destacadas de España y miembro del índice Ibex 35, se posiciona como una de las principales proveedoras de servicios de telecomunicaciones a nivel global. No obstante, en la última década, ha sido un quebradero de cabeza para sus inversores, ya que su valor en el mercado de valores ha experimentado una constante depreciación.
Tras alcanzar mínimos durante el año de la pandemia, Telefónica ha entrado en un amplio rango lateral que persiste hasta el día de hoy. Es relevante destacar cómo la empresa ha logrado establecer mínimos cada vez más elevados, indicando una posible fortaleza en su posición. Su principal resistencia a corto plazo se encuentra en el rango de 4,14 a 4,08 euros por acción. Esta área adquiere una gran relevancia, ya que está delimitada por una línea de tendencia bajista que se originó en 2017 y por el último máximo significativo registrado en el precio hace pocos meses. Telefónica tendrá que realizar un gran esfuerzo si quiere romper esta zona. En el caso de que logre superarla y mantenerse por encima, su próximo objetivo alcista será la parte superior del rango lateral, situada en los 5 euros por acción.
No obstante, en el caso contrario, si Telefónica es nuevamente rechazada por la línea de tendencia bajista mencionada, podría volver a visitar la zona que conecta los máximos crecientes, aproximadamente alrededor de los 3,6 euros por acción. En este punto, será crucial observar la respuesta del precio.