La empresa Grifols se encuentra actualmente sobre una línea de tendencia bajista que ha marcado el movimiento del precio durante más de 3 años. A pesar de haber rechazado la cotización en numerosas ocasiones anteriormente, existe un creciente optimismo entre los inversores respecto a la posibilidad de un cambio en esta dinámica.
Desde su incursión en los mercados financieros en 2006 Grifols ha experimentado una revalorización notable, pasando de 2,5 euros a alcanzar un máximo de 34 euros por acción 14 años después, lo que ha hecho que la compañía forme parte del Ibex35. Sin embargo, a partir de este punto máximo, la empresa ha sido presa de una tendencia bajista que continúa hasta hoy en día. Tras tocar los 8 euros por acción hace un año, la cotización actual de Grifols se encuentra en una fase lateral dentro de esta tendencia bajista, a la espera de su próximo movimiento.
Para que Grifols pueda iniciar un impulso alcista sostenible, es imperativo superar la zona en la que se sitúa actualmente, en torno a los 13,7 euros por acción, que coincide con la parte alta de la línea de tendencia bajista. En caso de lograr esto, la siguiente área relevante se encuentra en proximidad a los 15 euros por acción. Será crucial para la reanudación de una tendencia alcista que las acciones logren rebasar ambas áreas clave.
Por otro lado, si las acciones de Grifols vuelven a revertir su dirección, como ha ocurrido en múltiples ocasiones frente a la línea de tendencia bajista, podrían descender para probar la línea que conecta los máximos ascendentes que se han formado desde el punto en que el precio tocó los 8 euros por acción, sobre los 10,5 euros. A corto plazo, resulta fundamental observar la dirección en la que el precio intenta romper los niveles establecidos para prever su próximo movimiento.