Desde el año 2007, cuando el índice alcanzó su máximo histórico justo antes de la crisis financiera, el IBEX 35 ha sido testigo de una montaña rusa de movimientos sin una tendencia clara. En la actualidad, nos encontramos ante un escenario en el que el índice se ubica sobre una resistencia clave, marcada por máximos decrecientes que han dominado la cotización durante más de una década.
Observamos cómo el IBEX 35 en los últimos años se ha mantenido en un amplio rango lateral, oscilando entre los 11.500 y los 6.000 puntos. Tras el episodio de pánico desencadenado por la pandemia en 2020, el índice se desplomó hasta la parte inferior de este rango, pero logró una notable recuperación, alcanzando a día de hoy niveles cercanos a los 9.500 puntos. Esta cotización ha sido alcanzada, en gran medida, por el sólido desempeño del primer semestre de 2023, que se destacó como uno de los mejores inicios de año en la historia del IBEX 35. Sin embargo, en las últimas semanas, el ímpetu alcista de 2023 se ha estancado sobre el nivel marcado por la resistencia que se origina desde hace más de 10 años.
La situación actual del IBEX 35 presenta un escenario de consolidación en torno a la resistencia de largo plazo. A pesar de haber alcanzado niveles cercanos a los 9.500 puntos, el índice aún no ha logrado una ruptura contundente al alza que confirme la continuación del movimiento alcista que ha predominado desde finales de 2022. En caso de que esta ruptura finalmente se materialice, el siguiente nivel a tener en cuenta sería la zona de los 11.000 puntos.
Por otro lado, es esencial considerar los niveles de soporte en caso de que el precio experimente una reversión bajista. Los 8.500 puntos y, posteriormente, los 7.300 puntos se presentan como niveles críticos que merecen una atención especial, ya que podrían indicar un cambio en la tendencia si el IBEX 35 no logra mantenerse por encima de ellos.